A raíz del plebiscito y de recuperar la SOBERANÍA CIUDADANA, leyendo a Gabriel Salazar «La Historia desde Abajo y desde Adentro» APRUEBO CONVENCIÓN CONSTITUCIONAL. Más allá que la actual Constitución remozada por defensores de la herencia dictatorial, fue elaborada sin Soberanía, con la exclusión del pueblo. Quiénes pusieron el pecho a las balas – respeto y admiración eterna – fueron los sectores populares, el Movimiento Social Popular enraizado en los sectores poblacionales.
La violencia de la dictadura fue hacia las masas populares, » el costo en vidas – en heridos, presos y torturados – aumentó exponencialme – convirtiendo la violación de los derechos humanos – hasta allí aplicada selectivamente a la militancia de izquierda predictatorial – en una suerte de genocidio de la ciudadanía que golpeó principalmente a las juventudes populares «.
Aún así, la lucha No decayó y se venció el miedo recuperando los espacios públicos y haciendo que la violencia aplicada por la dictadura se convirtiera en un gran problema para el dictador.
No tuvo más que buscar una salida y negocia con la vieja clase política civil quienes dejan fuera al Movimiento Social Popular por proponer un tipo de democracia participativa más radical aún que la que existió antes de 1973. Al dictador le interesaba asegurar la conservación de su obra constitucional, institucional y de mercado. Esa seguridad la garantizaba la vieja clase política civil. Y vaya que lo han hecho bien.
Hoy sin dictadura militar pero si con una dictadura política maquiavelica nos enfrentamos a un gran momento de cambios porque el desarrollo y evolución de nuestra sociedad Lo exige. No en vano han fallecido y mutilado a personas desde Octubre del 2019. Ya nos cansa el abuso, necesitamos legisladores que busquen el BIEN COMÚN, empaticos y que la nueva Constitución nos GARANTICE felicidad y buen vivir.
APRUEBO CONVENCIÓN CONSTITUCIONAL porque Chile lo hacemos todos. Hoy no podrán dejar fuera al Movimiento Social Popular representado por miles de ciudadanos que ya no creen en la conducción política traidora y obsoleta.
Roberto Calderón Gomez.