Presidenta: “El 2018 garantizaremos a los estudiantes del 60% de las familias más vulnerables la gratuidad en su educación superior”

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Fuente Periodística gentileza Prensa Presidencia.

En Cadena Nacional sobre la Ley de Presupuesto para el 2018, la Mandataria resaltó un aumento de 3,9 % en el gasto público.

“Para seguir reactivando nuestra economía, el presupuesto del próximo año mantendrá una importante inversión pública, especialmente en áreas estratégicas o que se complementan con la inversión privada y la impulsan, como por ejemplo en grandes obras públicas, proyectos de concesiones o en obras de vialidad”, afirmó.

Estimados compatriotas,

Quiero presentarles el proyecto de ley de Presupuesto para el año 2018, y compartir con ustedes cuáles son las prioridades que marcarán el gasto y las razones de estas decisiones.
Nuestra economía ha comenzado a transitar por una senda de franca recuperación. Las señales son claras: lo vemos en el repunte del empleo asalariado y de las remuneraciones de los trabajadores, en el renovado interés de los inversionistas, en el alza sostenida de la confianza de consumidores y empresarios respecto al futuro del país, y en el fuerte incremento de la Bolsa que hemos visto estos últimos meses.

¿Qué significa esto, concretamente? Que las proyecciones económicas son alentadoras: el 2018 podríamos crecer el doble de lo que crecimos el 2017.

En otras palabras, hemos podido superar el momento más complejo. Y lo superamos gracias a mejores condiciones en la economía mundial, a la solidez de nuestras instituciones y a que hemos hecho bien la pega. 

Recordemos que a pesar del menor dinamismo económico, logramos crecer a un ritmo similar al de otros países exportadores de materias primas. El desempleo se ha mantenido bajo control y pudimos mantener una política macroeconómica que le ha dado impulso a la economía.

En tiempos de menores recursos, no podíamos perder las prioridades: hemos aumentado, responsablemente, el nivel de endeudamiento; hemos generado niveles importantes de inversión pública; hemos tomado las decisiones para que nuestro desarrollo no sea tan dependiente de las materias primas; y hemos resguardado, ante todo, el empleo de los trabajadores y trabajadoras.

Así, hemos evitado traspasar los costos a las familias chilenas. Porque, si en el pasado los chilenos resintieron de manera importante los contextos adversos en su vida cotidiana, mi prioridad ha sido que eso no suceda mientras yo sea Presidenta.

¿Quiere decir eso que hoy, cuando nuestras perspectivas son mejores, actuaremos diferente? No, porque lo que corresponde, nuevamente, es ser responsables. Es decir, disminuir el nivel del endeudamiento de Chile. Por eso, seguiremos cumpliendo la regla de reducir en un 0,25 por ciento el déficit estructural. De esta manera, cuidamos la credibilidad de nuestro país, y contribuimos a que el sector privado tenga acceso al financiamiento en condiciones ventajosas, lo cual da más fuerza a la reactivación. 

Con esto no estoy diciendo que vamos a sacrificar el gasto. De ninguna manera, Chile tiene muchas necesidades. Pero debemos actuar ante este nuevo escenario con la misma responsabilidad de siempre. Por eso el presupuesto del año 2018 contempla un aumento de 3,9 % en el gasto público. 

Para seguir reactivando nuestra economía, el presupuesto del próximo año mantendrá una importante inversión pública, especialmente en áreas estratégicas o que se complementan con la inversión privada y la impulsan, como por ejemplo en grandes obras públicas, proyectos de concesiones o en obras de vialidad. 

Pienso en obras ya licitadas, como el Aeropuerto Diego Aracena de Iquique, Américo Vespucio Oriente 2 en la Región Metropolitana y el Mejoramiento Ruta Nahuelbuta en la Región de la Araucanía. Pienso en proyectos próximos a ser licitados como el Embalse Catemu, en la Provincia de San Felipe y en Embalse Las Palmas en Petorca, el Aeropuerto El Tepual en Puerto Montt, la Ruta 66 Camino de la Fruta, y la Ruta del Loa en la Región de Antofagasta.

Pero si hablamos de inversiones estratégicas para Chile, la prioridad absoluta para mi Gobierno ha sido la apuesta por una mejor educación, gratuita, inclusiva y de calidad, para que demos iguales oportunidades a todos los niños y jóvenes, desde el inicio hasta el fin de su ciclo educativo.

Por eso, este presupuesto asegurará que sigamos avanzando en esta senda.

Tal como comprometimos, el 2018 garantizaremos a los estudiantes del 60% de las familias más vulnerables la gratuidad en su educación superior. Eso significa que más de 380 mil estudiantes accederán a estudios sin costo alguno. Porque, con una mano en el corazón, ¿quién puede seguir haciendo esperar a familias que deben endeudarse o destinar la mayor parte de sus ingresos a  pagar una cuota en la universidad o el centro técnico? 

También estamos haciendo importantes esfuerzos en materia de carrera docente, para profundizar lo iniciado este año, en que los más de 100 mil  profesores del sector municipal incrementaron sus ingresos en un 30%. Para 2018 hemos dispuesto más de 480 mil millones de pesos, para que los docentes continúen mejorando sus ingresos, sus perspectivas laborales y trabajen en las condiciones que nuestra educación requiere y que su dignidad profesional exige ¡Eso es invertir en calidad!

Además, queremos que Chile sepa que estarán los recursos necesarios para llevar adelante la Ley de Inclusión. En particular el fin del copago, que avanza a buen paso y con lo cual el 2018 serán 2 millones 800 mil los estudiantes que no tendrán que pagar, es decir el 85,5% de quienes asisten a establecimientos financiados por el Estado.

Y, hemos asegurado los recursos para cumplir nuestra promesa de generar 70 mil nuevos cupos en educación parvularia, de manera de equiparar oportunidades entre nuestros niños y niñas desde el inicio, como tiene que ser.

También seguiremos haciendo un gran esfuerzo por mejorar la atención en Salud. Se continuara con nuestro ambicioso plan de infraestructura, que hemos ido cumpliendo progresivamente. Tal como comprometimos, en el 2018 tendremos 20 hospitales construidos, dejaremos 29 en etapa de construcción o licitación y dejaremos en etapa de estudio y diseño otros 18 hospitales. 

En cuanto a la Atención Primaria, en marzo existirán 95 centros comunitarios de salud familiar construidos, como por ejemplo el Peral de Los Ángeles o el Martin Henríquez de San Joaquín que ya están en operación. Otros 5 centros comunitarios de salud familiar terminarán su construcción durante el primer semestre del 2018. Quedarán construidos 89 Centros de Salud Familiar  como el de Dichato o el de Chañaral y quedarán otros 26 en construcción. También habrá 56 SAPU  de Alta Resolutividad construidos y 44 en construcción para finalizar durante el 2018 con 100 SAPU de Alta Resolutividad.  Así por ejemplo, gracias al SAR Alemania de Angol en funcionamiento los pacientes no requieren ir a la urgencia del Hospital de Angol y gracias al SAR Victoria en funcionamiento, los pacientes evitan llegar al Hospital de Victoria. 

Asimismo, estamos incorporando 1.480 nuevos profesionales médicos en el sistema, y cumpliremos la promesa de contar con 4 mil nuevos especialistas en el sistema público. 

¿Por qué es tan importante no disminuir el tranco y seguir con estas inversiones? Porque las personas, independiente de donde vivan, merecen una mejor atención de salud. De hecho, con este presupuesto el valor de lo que el Estado gasta en Atención Primaria en promedio en cada persona habrá aumentado en cerca de 24% entre el 2015 y el 2018.

Y, en otro tema de especial relevancia, como es el cuidado de niños y niñas a cargo de la red SENAME, quiero decir que vamos a aumentar en un 24% las subvenciones. En otras palabras, llegaremos al máximo que nos permite la ley, mientras no tengamos los nuevos servicios que estamos creando con el proyecto de ley que ya fue enviado al Congreso.

Queridos compatriotas,

Podemos estar optimistas, porque ya hay mejores perspectivas para nuestra economía. Y eso quiere decir, más crecimiento, más productividad, más bienestar para cada familia, cada comunidad, cada región. Y también más capacidad para que el país pueda llevar adelante los cambios que necesita hacer.

Este es nuestro último proyecto de ley de presupuesto como Gobierno. Y quiero ser clara en que cumpliremos, como corresponde, con la tradición republicana de dejar una importante bolsa de recursos disponibles –más de 296 mil millones de pesos– para la nueva administración. Porque la tarea de hacer grande a Chile no puede depender de un solo gobierno. Es una tarea permanente en que todos tenemos una responsabilidad, autoridades y ciudadanos. 

Sé que este presupuesto será revisado con seriedad por el Congreso, para que el Estado pueda contar con los recursos que permitan garantizar los derechos de las personas, enfrentar las necesidades más urgentes y seguir impulsando el despliegue de nuestra economía.

Veo con confianza el futuro de Chile, porque tenemos las capacidades y sobre todo la voluntad de trabajar juntos para seguir dando forma a un Chile más justo, amable y próspero.
Muchas gracias y muy buenas noches.