EDUARDO ESCALANTE, Laguna Verde 2016
Si somos patrimonio de la Humanidad
como no mirarnos en el espejo, aunque mienta
esta ciudad que se encumbra hasta las espaldas de los ángeles
deja en lo más abajo edificios con ínfulas de ricos arruinados
penetra las intimidades de los cerros
se llena de ruidos de humanidad que suben y bajan
que antes de ayer acalló historias de prostíbulos
hizo triza los espejos uno a uno hasta completar siete
se sabe que los marinos uniformados eran casados
mentían pero el romance era droga aunque fuera
fantasía de complicidad
ahora el transito sexual tienes otros rincones
y otros semáforos
oscuras callejuelas cobijan
hombre-mujer mujer-hombre hombre-hombre
mujer-mujer en un rincón hasta la madrugada
el amor también se cultiva en un segundo
aunque todo después sea olvido
y los amantes no sepan sus nombres
los bares a los que les gusta desnudar la noche
está repleto de incívicos y tercos
ya no son los que salían de su puerto llenos de espejismos
hay nuevos turbios itinerarios
pero se quiere que brille el sol
un manchón de casas en unos cerros
se viste de Europa
Neruda lo anticipó con lo que compró o tomó prestado
de otras barriadas allá lejos
museos de curiosidades semblantes
de otras latitudes quedan llenos de sorpresas
toman fotografías
una nueva colonización ahora culinaria
se adueña de las paredes de intimidades
todos saltamos felices
los hoyos de las calles nos sirven para guarecernos
cuando nos emborrachamos