Por Vidal Naveas Droguett
La salida de La Copiapó, desde Caldera hasta Monte Amargo, ha sido graficada en cuatro oportunidades por varios pintores en distintas épocas.
Estas imágenes no pueden ser objeto de competencia ni comparaciones, porque no existe ningún punto de acercamiento siquiera en la composición de ellas.
La primera de ellas fue creada por el artista Héctor Montesinos, en el año 1969. La pintó en un mural que estuvo por muchos años en el Lavaseco Cailly, que estaba en la calle Los Carrera al llegar a Maipú en Copiapó. Era un mural a todo color y fue fotografiada en blanco y negro.
La que sigue también es un mural, lo pintó el artista calderino Luis Cerda. Esta obra aún se encuentra en la ex Quinta Miller de Caldera, pero advierto que no está a la vista del público. Cerda también pintó con imágenes sacras – las que fueron restauradas años más tarde – la Gruta de Lourdes (la del Padre Negro).
Luego Cerda, volvió a pintar La Copiapó en un Óleo de 100 x 50 cms., el cual se encuentra en el pasillo interior principal, a la entrada de la Municipalidad de Caldera.
Y por último el óleo del artista copiapino Christian Rivadeneira Geraldo, que fue presentado el 28 de febrero de 2018 en el Centro Cultural Estación Caldera. Esta pintura de 1.60 x 2.35 viene a ser parte del ambicioso proyecto del artista de crear 18 obras con la Historia de Atacama.
Estas pinturas que han propuesto los artistas plásticos nombrados, obedecen a un homenaje como el que hizo don Guillermo Wheelwrigth, cuando inauguró – la primera parte del trayecto, unión de las estaciones de Caldera y Monte Amargo, obra presupuestada por la Compañía Constructora del Camino de Fierro del Ferrocarril de Copiapó.
Wheelwrigth y sus asesores en el homenaje, pensaron en la Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica el 4 de julio de 1776 y los 40 años de la instalación en Chile del Primer Congreso Nacional, el 4 de julio de 1811.
Adornado con ambas banderas, hizo su viaje inaugural saliendo desde La Caldera, hasta Monte Amargo, ubicada a 41 Kms. la misma distancia entre Caldera y Copiapó. Allí se había instalado un estanque de almacenamiento de aguas para el uso de las locomotoras.
Se hizo una ceremonia con las autoridades y algunos invitados especiales con una fiesta que agasajó a los presentes.
Se daba inicio entonces en Chile, a la explotación comercial del mayor proyecto ferroviario de América del Sur, la construcción del ferrocarril Caldera – Copiapó.