Columna de Opinión: Día internacional de la mujer. Por: Dr. Omar Luz Hidalgo

Día internacional de la mujer.
Por:
Dr. Omar Luz Hidalgo

Este día se instaló en el año 1910, cuando un grupo de mujeres de diversos países se reunieron en Dinamarca, con el fin de avanzar en la igualdad de género y proclamar los derechos de las mujeres, además de impulsar el derecho a voto. Desde entonces se conmemora en muchas partes del mundo esta fecha en reconocimiento a la lucha permanente de todas las mujeres para obtener una igualdad de trato como debe ser, tanto en el ámbito profesional como en el hogar. Se ha obtenido avances, pero aún queda mucho por lograr, en especial en Chile que, a propósito de la pandemia, se han desnudado las debilidades de nuestro sistema, siendo las mujeres las más afectadas.

Evidentemente nunca el hombre y la mujer van a ser iguales. Su misión en la vida es distinta, tienen diferencias anatómicas y estructurales divergentes, pero aún con todo eso, tendrían que ser tratadas en forma equivalente a la hora de realizar tareas o adquirir responsabilidades. Es más, si lo miramos desde el punto de vista meramente de la conservación de la especie, el hombre viene a ser “desechable” y la mujer “conservable”, esto dado que un solo hombre puede engendrar a muchos hijas e hijos en forma simultánea, mientras que una mujer solo puede engendrar 1 a la vez, con ciertas excepciones no muy frecuentes. Por tal motivo, podría decirse que son más importantes, puesto que bastaría sólo unos pocos hombres para asegurar la especie. Por cierto, esto lo digo como una forma de resaltar la importancia que tiene la fuerza femenina y lo absurdo que resulta este trato discriminatorio que tienen por parte de la fuerza masculina, lo que se nota especialmente cuando la fuerza bruta invade un hogar, haciéndome pensar que la frustración de algunos hombres los hace descargarla abusivamente en sus mujeres.

En todo caso en reconocimiento a todas las mujeres del planeta, también a cada una de las madres cuyas hijas e hijos son evaluados por mí en mi consulta y en particular a todas las mujeres que han tenido una vital importancia en mi vida, como mi madre, mis hermanas, mis esposas (he sido viudo una vez), mi hija y mi nieta, les he querido destinar la siguiente dedicatoria, redactada por mí hace algunos años.

“Cuando Dios creó el Universo, no terminó ahí su tarea, le dio por crear un paraíso y así nació la Tierra. No contento con ello, viendo que estaba todo vacío, le agregó a los animales y como le sobró un par de manos e inteligencia se las dejó toda a un ser que denominó hombre. Una vez completada esa tarea, vio que todo era muy gris, que aunque había flores, a estas les faltaba algo, que aunque había colores, estos estaban opacos, que aunque había creado un ser extraordinario, este parecía disminuido, sin gracia, sin chispa, entonces le saco la mitad de la inteligencia, duplicó las manos, le saco perfume y colores de las flores más hermosas, tomó frescura del ambiente y diseñó el ser más perfecto que podía imaginar, la mujer”.