Vacunándonos.
Dr. Omar Luz Hidalgo
Ya me vacuné.
Es cierto, yo había manifestado mis dudas y aprensiones con respecto a la vacuna, sin embargo, después de estudiar todos los antecedentes que tuve a la vista y mis propias investigaciones (de antecedentes quiero decir), he llegado a la conclusión que era preferible vacunarse.
El argumento es simple, pongamos de ejemplo la poliomielitis. Esta es una enfermedad viral infecciosa que con frecuencia afecta el sistema nervioso especialmente a los niños menores de 5 años y cada 200 casos pueden presentar una reacción neurológica con parálisis irreversible en algunas partes del cuerpo y en un 10% de los casos con la enfermedad neurológica puede morir por parálisis muscular respiratoria o estar por mucho tiempo, si es que puede salir alguna vez, conectados a ventilación mecánica. La vacuna ha sido tan exitosa que en la actualidad Chile no presenta ningún caso de poliomielitis desde el año 1974 y, claro, existen efectos secundarios, la gran mayoría de los cuales tiene que ver con reacciones de alergia. Se ha dicho que ha habido algunos casos parecidos a parálisis por polio, pero, aún cuando ello fuera real, la cantidad de enfermos que se han evitado es tal que el riesgo tan mínimo puede ser aceptable. La verdad que ha habido toda clase de “fake news” que han desorientado a la población y ha hecho que surjan movimientos incompresibles para no vacunarse. De hecho, ha habido pacientes que me han dicho que ellos se niegan a vacunar a sus hijos. Trato de convencerlos de lo contrario, pero a veces es bastante difícil.
Todo esto para decir que los casos de mielitis transversa asociados aparentemente a las vacunas, son tan pocos que, por estadística se asemeja a la comparación que hacía yo con la vacuna contra la poliomielitis, es decir, en otras palabras, si yo llego a tener la infección es más fácil que haga complicaciones que me lleven a la muerte a que haga una complicación por la vacuna, por lo tanto, la suma es fácil, uno mas uno es dos, ¿no le parece?
Después de todo lo descrito debo decir que las vacunas han sido, históricamente, el modo más eficaz de hacer prevención contra enfermedades, así es como han desaparecido algunas enfermedades como la viruela, la ya mencionada poliomielitis, el sarampión, la rubéola, la difteria y otras enfermedades han disminuido mucho su presencia, como es le caso de la meningitis meningocócica, la meningitis por hemophilus y la provocada por neumococo. Por lo tanto, ahora recomiendo fuertemente la vacunación, puesto que considero que no es el caso de evitar vacunarse, sobre todo considerando que, tal como se han presentado las cosas a nivel mundial, es la única manera que logremos bajar la circulación del virus y podamos en algún momento llegar por fin a la normalidad en este planeta.