Fuente: Wikipedia
Los daguerrotipos se distinguen de otros procedimientos porque la imagen se forma sobre una superficie de plata pulida como un espejo. Para economizar, normalmente las placas eran de cobre plateado, pues sólo era necesario disponer de una cara plateada.
La imagen revelada está formada por partículas microscópicas de aleación de mercurio y plata, ya que el revelado con vapores de mercurio produce amalgamas en la cara plateada de la placa. Previamente esa misma placa era expuesta a vapores de yodo para que fuera fotosensible.
Algunos inconvenientes
- Al principio los tiempos de exposición eran muy largos. Por ejemplo, 10 minutos con luz brillante; por ello en 1839 sólo se tomaban vistas exteriores. Pero esos tiempos se redujeron progresivamente mediante el uso de lentes Petzval y de «aceleradores químicos».[2] A partir de 1841 los retratos pudieron realizarse en menos de un minuto.
- Son piezas únicas. No permiten tirar copias al no existir un negativo apropiado. En realidad, un daguerrotipo es a la vez negativo y positivo, pudiendo verse de una u otra forma según los ángulos de observación y de incidencia de la luz que recibe. Pero un daguerrotipo se puede reproducir, como cualquier otro objeto, fotografiándolo de nuevo.
- Los vapores de mercurio del revelado son muy perjudiciales para la salud.
- Las imágenes resultantes son frágiles. No se deben tocar fuera de su estuche o caja de protección, porque se dañan irreversiblemente. Se deben conservar sin abrir los estuches.
- Generalmente, la imagen original está invertida lateralmente, como en un espejo. En el caso de las vistas, es muy importante tener en cuenta que una imagen invertida puede producir errores en la identificación del lugar exacto de la toma. Véase la imagen adjunta de Barcelona en 1848, con una vista de la Muralla del Mar y una aparente Casa Xifré, que en realidad es la vecina Casa Vidal Quadras (esquina «Passeig d’Isabel II» y «Pas de Sota Muralla»), desde el Paseo de Colón. Ambas casas tienen fachadas similares, con soportales, en el Paseo de Isabel II.
Historia
Entre los años 1836 y 1838 Daguerre realizó numerosos ensayos previos a la divulgación. Por ejemplo, en abril o mayo de 1838, obtuvo la conocida vista titulada Boulevard du Temple, con una exposición de cerca de 10 minutos. Esta imagen está considerada la primera fotografía en la que aparecen siluetas de personas: un limpiabotas y su cliente, en el ángulo inferior izquierdo, ampliando la vista. Anteriormente Daguerre había tomado otras vistas de París y realizado bodegones.
En julio de 1839 el gobierno francés compró este procedimiento para que todo el mundo pudiera usarlo libremente y sin patentes.[3] Muchos periódicos publicaron la noticia y el método a seguir en todos los continentes. Se realizaron demostraciones públicas en varios países; entre ellas se pueden señalar las realizadas ese mismo año en Portugal, España, Brasil y Estados Unidos. En 1840 en México y Uruguay y en 1841 en Colombia por Jean Baptiste Louis Gros. Las primeras cámaras comerciales fabricadas siguiendo las recomendaciones de Daguerre fueron la fabricada por su cuñado Alphonse Giroux y la de los hermanos Susse.
Los daguerrotipos fueron coetáneos con otros procedimientos fotográficos, como el calotipo del británico Fox Talbot que se difundió menos por tener una patente. Pero a partir de 1855 se impuso el procedimiento del negativo de vidrio al colodión húmedo y la copia en papel a la albúmina.