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por Pauline Le Roy
A un año de su partida, queremos recordar su obra y su vida.
Poeta de culto, nacido en Santiago. En 1982 publicó el poemario Luis XIV -editado por la Universidad de San Juan de Puerto Rico-, breve volumen que por mucho tiempo permaneció como su única obra. Este trabajo le valió el reconocimiento de sus pares y lo hizo conocido en el ámbito literario como un personaje excéntrico por su fijación con la corte del monarca y el siglo XVII francés.
Entre los años 2003 y 2006 publicó una segunda obra titulada Príncipes, duques y mariscales de Francia, siempre dentro de la temática que lo apasionó y acorde con su propósito histórico y literario de subsanar la falta de un gran poeta en la corte del «Rey Sol» que llevara al verso los esplendores de la nobleza.
De Jolly fue un poeta diferente, era un escritor sin generación. Sus preocupaciones fueron muy distintas a la de sus contemporáneos. De Jolly hizo uno de los libros de poemas más alucinantes y delicados de la poesía chilena, que llegó a reeditarse 20 años más tarde, en 2006.
En el artículo “Louis XIV soy yo”, el escritor chileno Enrique Lihn describe su primer encuentro con Paulo de Jolly.
El poeta Enrique Lihn lo describió así: «La primera vez que vi a de Jolly fue en uno de esos Encuentros de Arte Joven (Santiago, 1979). Habían leído algunos de los ya maduros poetas de los grupos Trilce y Arúspice, y yo, menos joven que ellos, hacía un comentario de la lectura. De Jolly me interrumpió, en nombre de la juventud, que también tenía cosas que decir, pero no parecía representar a la que estaba allí concentrada, toda ella disidente. Su pinta -quizás su disfraz- era la de un poeta de cuello y corbata, formal y peinado a la gomina. Decretó llorones a los lectores, no poetas, porque la poesía -dijo- es una construcción arquitectónica que debe elevar al autor por encima de sí mismo. Para decirlo con sus propios versos: «Y ni siquiera el brillo lejano / de todo el reconocimiento del mundo / en mis palabras / podrá desviar mis intenciones / esenciales / que son como la eternidad / en mis salones de Versailles / en cambio el mundo es indeciblemente transitorio / y todo rey como hombre / tiene su final» (Enrique Lihn. «Luis XIV soy yo». En: El circo en llamas: una crítica de la vida. Santiago: Editorial LOM, 1997 Pág.185-186).
El poemario Luis XIV, ganador del Concurso Internacional Juan Ramón Jiménez, fue reeditado en Chile en los años 2006, con prólogo de Diego Maqueira, y 2018.
De Jolly falleció el 8 de junio de 2020 en la ciudad de Santiago.
Nota: Información sacada de biblioteca de Google.
Poema homenaje al poeta Paulo de Jolly
por Pauline Le Roy.
«Des tenebres le ciel ouvre sa main».
Templanza de guerrero, solo,
mundo único, personal.
Te desenvolviste bueno, ajeno, humano,
bueno.
Mente brillante de excéntrico soñar
abarcó tanto que
muchos querían estar ahí,
donde tu habías llegado.
Y del resplandor de tu mente-diamante
nadie pudo seguirte
varios se acercaron, polillas en busca de algo
¿qué podían conseguir? el genio no es asible
no se sabe porqué está ahí.
Te dieron de palos aunque tu no les hicieras nada
bichos alrededor de la luz
te buscaron y al no comprenderte, te abandonaron.
Te rodearon bichos nocturnos de una sola ala
en el Parque, en las callejas
y tu preferiste irte con locos
ellos más tiernos que los soberbios…
IV días antes de partir, dijiste: la poesía se acabó…
ahora queda el espíritu, me lo dijiste en paz,
y cuando ascendías, allá en Francia
en la abadía de Saint Michel
una fiesta de campanadas y aves felices coreaban
los cielos que se abrían
mientras los jardines de Versalles reverenciaban
a nuestro (¿de quién?) enigmático Rey Sol.
Le Roi Soleil.
Turquesas rubíes espejos en letanía
pomadas secretos encuentros
sexo romántico amor
en laberintos de los parques
que recorriste niño enjugado
de imaginación
Tu tiempo fue otro, decían: «pertenece a otra era»
como si te hubieses quedado en algo anterior
pero la sensibilidad es atemporal y da surgimiento
a genios bienvenidos.
En este rincón del mundo, abajo
te rompieron, tajo a tajo
y lo vi y lo grito a destajo:
no te dejaban hablar porque tus palabras herían de belleza,
ser de imagen y vuelo; eternidad.
Cuando te lloren, la lluvia se hará granizo
para hacer trizas a los que intentaron
trozar tu alma sin prisas.
Línea perfecta flecha inquebrantable
fiel a ti mismo.
Poemas pusieron bajo tu tumba
sin saber que tus versos eran
alas que te llevarían
donde residen los irremplazables.
Tu bandera fulge al viento
cada sacudón un fotón tuyo
sobre nuestro acontecimiento,
entonces las coronas se reúnen
en torno a ti dando forma
a la figura de un Rey con número de letras
que se transformaron en poemas
versos en su metafísica de línea
con aires y tranquila.
Poemas de Paulo de Jolly
Louis XIV a la Duquesa Marie Adelaide de Savoie
marie dime como pudo llegar alguien a besarte de ese modo regio
yo creo que en la historia de francia
nunca nadio dio un beso de amor como el que te dieron
en el confesionario
estoy por creer que el caballero que te lo dio trajo consigo
los besos de todos los amores que se perdieron en el altar de la notre dame
esto no puede ser otra cosa que el verdadero triunfo del amor
que hermosos fueron aquellos días en que tu amabas
al duque de bourgogne
él también te amaba
te amaba con verdadero
fuego
que solamente un esfuerzo
endemoniado
logra
el amor como mis estupendas gotas de rocío
a comienzos de mi reinado.
Louis XIV a la infanta de España Marie Therese
a veces la soledad en ti Marie Therese es demasiado fuerte
y tú le pides a Dios que algo nuevo suceda en ti
para que él vea
como hay espacios en tu vida
inciertos y vacíos que llenar
tú en tu intimidad quisieras
salir una mañana de sol
a Fontainebleau
sin grandes contactos con la nobleza de espada
tu espíritu de solidaridad florecerá como el polen amarillo
que antes cubrió la faz del universo
en las profundidades de tu corazón
brilló el sol
y te transformaste como el agua de la fuente de los ruiseñores
tienes miedo del mundo y tus deseos
son lo que todavía no puede
el corazón
pides días sutiles a Dios
porque todo lo tuyo viene de él
y solamente Dios sabe cómo tus perlas te fatigan.
Louis XIV a Mme Louise de la Valliere
hice que tus ojos vieran la noche
en la mitad del día
hice que tus ojos vieran el día
en la mitad de la noche
hice que tus ojos vieran la noche
de amor
en la mitad del día
hice que tus ojos no vieran el día
de nuestra muerte
en la mitad de la noche.
Louis XIV a Mme de Ninon de Lenclos
las ganas de vivir ninon
son más fuertes
que todos
los instrumentos
que utiliza la muerte
y al comparecer delante
de una adversidad
crecen se remontan
y se agitan
a lo largo del cuerpo
y los sentidos
unidos en una sola
dirección
las ganas que yo tengo
de vivir
son como para que ni tú
ni yo muera.
El escritorio de Louis XIV
pertenezco al apogeo
y caída
atroz
de su majestad
estoy hecho
de madera laque
a fond noir
y de plata
sin más estupendas
que mis cuatro
patitas
soy apenas
un peregrino
en el final
del himeneo
y de uno u otro
brillo
fundamentalmente
nenni
para poder cambiar
melancolie.
Soledad de Louis XIV
crecen mis flores de lys
estupendas
con un blanco siniestro
y flores con olor
a catedrales
que cantan con aires
despreocupados
el poema
que se está haciendo
porque llevan
mucho tiempo solas.
El rey sol
alma infinita hazme
repetir a menudo
la palabra gloria
alma infinita
perfecciona mi francés
y algún otro signo
infúndeme este placer
el placer de mandar
alma infinita dame
el sentido
de la grandeza
haz que lleve con
dignidad mi corona.
El corazón se inflama para toda la vida
contra toda evidencia
en la tierra
en el mar
encerrados en largos estuches
de cristal
violetas bajo la nieve
ni siquiera Eva
debajo de sus mamas
y más aún
lo que no podrías pagar
a peso de gorro de seda
te lanzo el dardo de oro.
Sopa de cangrejos en taza de plata
sopa de cangrejos en taza de plata
pan de rosca
lenguado en un platito
jalea de grosellas
Adán
el que prueba demasiado
no prueba nada.
Alegoría de la familia real
tengo la alegría de vivir
hasta lo más hondo los sentimientos
humanos
comprendo el significado invisible
de todas las rosas
aquí está el coraje infinito
de luchar por la luz
indestructibles son las alegrías
de mi alma
aquí está
la afirmación de la vida
oh santa humanidad
Versalles debe quedar.
Nota: en esta publicación, los textos de De Jolly se encuentran alineados a la izquierda, mientras que en la publicación original la alineación es justificada. Salvo ese cambio, se respeta el contenido el libro.
Poemas sacados de la biblioteca de Google.