Hacer agricultura en el desierto es un gran desafío y lo es aún más cuando en los últimos años el producto estrella de exportación, la uva de mesa, ha dejado de ser el primor y ha perdido competitividad en los mercados internacionales, sobre todo, en el estadounidense donde se exporta casi el 60% de la producción atacameña.
“Sabíamos que éramos menos competitivos, pero necesitábamos profundizar los diagnósticos para proponer acciones específicas para revertir la pérdida de competitividad, y en este contexto que el Programa Territorial Integrado (PTI) de Uva de mesa de los Valles de Atacama ha sido un instrumento eficiente y eficaz que nos ha permitido levantar información específica y conocer la realidad de los productores atacameños,” señaló el Secretario de Agricultura de la región, Patricio Araya Vargas.
En el mundo todo cambia, por lo que no es de sorprender que el comportamiento de los mercados también lo hiciera. Hace 10 años las variedades más requeridas eran Red Globe, Thompson y Flame, y todos los productores de Atacama las producían. Ahora esa demanda ha quedado atrás y el consumo está dirigido hacia las uvas de mesa de mayor calibre y sin pepa como Timco, Allison y Arra, entre otras. Por lo anterior, los exportadores han tenido que incorporar estas nuevas variedades en sus predios.
“Pero no es un proceso rápido. Desde el momento en que se solicitan las nuevas plantas, toma tiempo prepararlas y enviarlas al campo solicitante. Y tardan varios años en comenzar a producir y este es un cambio que los grandes productores pueden hacer en forma rápida, pero los medianos y pequeños no tienen la misma capacidad para adaptarse a las nuevas exigencias”, manifestó Patricio Araya Vargas.
“Se tenían antecedentes de cuánto era el porcentaje de recambio en los predios del valle, que nos había entregado la Asociación de Productores y Exportadores del valle de Copiapó (APECO), pero gracias a la información recabada por PTI se sabe cuáles son los números reales de los nuevos tipos de uvas plantados en ambos valles de Atacama”, señaló el Seremi de Agricultura.
De acuerdo a la información publicada en diciembre del año pasado, el PTI de Uva de mesa ha trabajado con cerca de 150 productores en los valles de Huasco y Copiapó, permitiendo identificar sus problemas y requerimientos, como lo es, por ejemplo, la necesidad de recambio en los sistemas de riego.
Al respecto el Seremi de Agricultura de Atacama dijo que “conocer esto nos permite como Estado poner a disposición nuestros instrumentos, en post de mejorar la capacidad de producción de una industria que en Atacama genera una gran cantidad de puestos de trabajo”. Agregando que “además de agradecer la labor realizada por este PTI de Uva de Mesa, durante todo el año 2020, destaco la entrega de información por parte de los productores, porque eso ha sido vital para que este programa pueda lograr avanzar en el aumento de la competitividad de nuestra fruta en los mercados internacionales”.
“Nos quedan desafíos aún, como por ejemplo finalizar la actual temporada de exportación con los números esperables y obtener el system approach. Estamos confiados en que damos pasos certeros para lograrlo y que este PTI de Uva de Mesa pueda continuar trabajando durante el 2021 ciertamente es un apoyo para alcanzar nuestras metas”, finalizó Patricio Araya Vargas. Alianza público-privada
INFORMACIÓN DE PRENSA
El PTI Uva de Mesa de los Valles de Atacama es una iniciativa de Corfo, en alianza con la Asociación de Productores y Exportadores Agrícolas del Valle de Copiapó (APECO A.G.) y la Asociación de Productores de Uva de Mesa de la comuna de Alto del Carmen (APAC A.G.). Gedes Chile es el operador intermediario.
De esta forma, el PTI reúne a casi 150 productores que cultivan un total de 6.417 hectáreas de uva de mesa en los Valles de Huasco y Copiapó. Pese a su diversidad, el sector enfrenta factores que inciden en su competitividad: la pérdida de la ventana de exportación temprana, la demanda de nuevas variedades, la alta competencia en los mercados de exportación y la capacidad de los productores medianos y pequeños para adaptarse a nuevas exigencias.
“Uno de los aspectos más relevantes del primer año de ejecución fue disponer para la industria de información técnica y de mercado, con el fin de apoyar sus procesos productivos y toma de decisiones, como por ejemplo, qué variedades plantar, equipos de riego a reemplazar y uso de plataformas disponibles, entre otras” señaló la directora regional de Corfo, Silvia Zuleta, quien agregó que “durante el segundo año el PTI continuará generando acciones que beneficien a los agricultores de uva de mesa de los valles de Atacama, cumpliendo un rol traccionador de iniciativas públicas y privadas que permitan mejorar la competitividad del sector”.