publicado por α&Ω Marcelo Ruiz-Tagle Escobar director@eloradorilustrado.cl
EN NUESTRO PAIS
En nuestro país se han perdido la dignidad, la empatía y, fundamentalmente, el respeto entre los ciudadanos.
Solo haré referencia a una situación personal: llevo cuatro años esperando una intervención quirúrgica para dos hernias inguinales en el hospital provincial de Huasco. Estoy viviendo, en carne propia, lo mal que estamos en cuanto a una atención de salud digna y oportuna. Tal vez no debería reclamar; decidí vivir así, soñando con la cercanía al dolor y la rabia de mi pueblo.
¿Cómo identificar a los responsables de esta nefasta situación? ¡Qué daño tan grande les han hecho a la gran mayoría de las ciudadanas y los ciudadanos, más aún ahora que nuestro país cuenta, en su mayoría, con adultos mayores!
Ya no es un problema de políticos vendidos a un sistema económico, de negocios de las llamadas transnacionales o de la supremacía de un poder imperialista. Hemos perdido el norte; la preocupación por el ser humano no existe y el egoísmo ha pasado a ser un valor muy apreciado por muchos.
¿Cómo saldremos de esta situación que nos apremia y nos pone en la avanzada nihilista?
Basta de disfrazar la realidad y de soluciones someras a problemas radicales que solo expresan engaño. Pongámonos en camino, liberémonos de nuestros pesares y busquemos el encuentro con nosotros mismos para ir al encuentro de los demás.
Roberto E. Calderón Gómez
Recordando que el agua vale más que el oro, y aplicando: donde ando, reciclando ando.
P.D.: No resistí y sumo la siguiente cita: «Aunque soy solo uno, soy uno. No puedo hacer todo, pero puedo hacer algo. Y porque no puedo hacer todo, no me negaré a hacer el algo que puedo hacer.» — Helen Keller