publicado por α&Ω Marcelo Ruiz-Tagle Escobar director@eloradorilustrado.cl

Preparándonos para la campaña legal, que comienza el 30 de mayo, hace pocos días, en Copiapó, constituimos el Comando Ciudadano de Atacama en pro de la candidatura presidencial de Carolina Tohá. Se trató de un hecho relevante, donde líderes sociales, académicos y actores políticos nos comprometimos a impulsar en la Región la cruzada que busca obtener que la ex Ministra del Interior sea elegida como la carta presidencial del progresismo en las elecciones primarias programadas para el próximo 29 de junio.
Como se sabe, las primarias son los comicios que se realizan para nominar candidatos a las elecciones populares. En Chile, se encuentran reguladas por la Ley N°20.640, y son utilizadas para dirimir quiénes pueden ser aspirantes a los cargos de Presidente de la República, Senadores, Diputados y Alcaldes.
Habida consideración que las primarias no son obligatorias, la concreción de éstas es una verdadera manifestación del compromiso democrático de los partidos políticos que las convocan. Por ley, los partidos, cuando lo determinan sus organismos internos, pueden participar de un proceso de elección primaria para definir sus candidatos, pero no están obligados a hacerlas. En una democracia que cada vez enfrenta mayores desafíos, la realización de primarias constituye entonces un paradigma para quienes consideramos la democracia como la más adecuada forma de gobierno.
Cuando Norberto Bobbio introdujo en la Filosofía, el Derecho y la Ciencia Política contemporánea “la definición mínima de democracia”, señalando que si no se respetan las minorías, aun cuando gobierne la mayoría, no habrá democracia, la idea de que el gobierno lo ejerza la mayoría, pero respetando a la minoría, resultó innegable. En las democracias actuales no basta con las elecciones periódicas para establecer qué mayorías gobernarán, se requiere también que ese gobierno garantice el respeto de los derechos humanos, proteja las libertades civiles y los derechos individuales y favorezca la igualdad de oportunidades en la vida política, económica y cultural de la sociedad.
Entendida así hoy la democracia, un parámetro básico que da sustancia o contenido a la misma es la efectiva participación ciudadana en la adopción de decisiones políticas, donde las elecciones primarias constituyen un claro modelo a seguir. Ello, porque al escoger mediante elección popular a quienes representarán a los partidos políticos en comicios generales, la ciudadanía -a través de este mecanismo legítimo de aportación- interviene de forma activa en esa toma de decisiones y hace que la democracia se pueda considerar realmente, según su definición tradicional, como “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.
A diferencia de la oposición, los partidos que conforman nuestro actual gobierno han dado un magnífico ejemplo en tal sentido, dejando la adopción de tan delicada decisión a la “sabiduría del pueblo”. Sus militantes, y también los ciudadanos independientes, tendrán así el 29 de junio la gran oportunidad de tomar una de las resoluciones políticas recientes más significativas, a saber: quién será la abanderada o el abanderado presidencial de un amplio sector de la población, determinación que -sin lugar a dudas- constituye una extraordinaria e importante responsabilidad. Desde nuestro Comando confiamos en que la ciudadanía estará a la altura de aquella.