Paulina Olivares Docente Ped. en Educación Diferencial Universidad Central Región de Coquimbo.

 

publicado por α&Ω Marcelo Ruiz-Tagle Escobar director@eloradorilustrado.cl 

La inclusión laboral de personas con discapacidad, un compromiso pendiente.

A pesar de los avances legislativos, la normativa vigente en nuestro país y los discursos a favor de la neurodiversidad y los derechos de las personas en situación de discapacidad, la inclusión laboral de personas PCD, sigue siendo más una promesa que una realidad en muchas empresas del país. Sin embargo, a nivel regional, algunas empresas están comenzando a transformar los compromisos en acciones concretas.

El panorama, sin embargo, está cambiando. Empresas a nivel regional han adoptado políticas de inclusión laboral que trascienden las cuotas legales. Estas organizaciones no contratan por obligación, sino por la convicción de que la diversidad enriquece a sus equipos. El proceso de inclusión ha sido enriquecedor, y estas iniciativas no solo benefician a los empleados, sino que también generan una mayor sensibilización entre la comunidad y los clientes, así también lo afirma por ejemplo Gudelia Bordones, Gerente de Recursos Humanos de Homecenter.

La implementación de ajustes razonables, concientizaciones internas sobre trato, la desmitificación de las personas con discapacidad y la eliminación de barreras arquitectónicas son algunas de las medidas adoptadas.

Además, organizaciones civiles y fundaciones están trabajando activamente en la capacitación de personas con discapacidad para fortalecer su perfil acorde a las características e intereses de los jóvenes en situación de discapacidad.

La inclusión laboral no debe ser por buena voluntad. Es una responsabilidad
colectiva que requiere voluntad política, concientización en las empresas y compromiso de todos. Incluir es valorar el talento más allá de las limitaciones y apostar por una sociedad más justa y equitativa.