publicado por α&Ω Marcelo Ruiz Tagle Escobar director@eloradorilustrado.cl
Tomás Ecclefield, cofundador de Punta El Monte y vocero de Ohmium para Chile, primera empresa de electrolizadores.
El presidente Gabriel Boric, durante la inauguración de la segunda edición de Hyvolution Chile, hizo un ferviente llamado a acelerar la producción de hidrógeno verde en nuestro país. Destacó la necesidad de no solo planificar para 2030, sino de comenzar a innovar de inmediato, subrayando que Chile no puede permitir el lujo de desperdiciar esta oportunidad. Este impulso presidencial se suma a un acuerdo firmado por el ministro Pardow con Francia, que busca conectar a las empresas y al mundo académico nacional con sus contrapartes europeas para fomentar el desarrollo del hidrógeno verde en Chile.
Es innegable que el hidrógeno verde representa una oportunidad dorada para Chile.
Nuestro país, con sus abundantes recursos naturales y una industria minera del cobre que representa el 25% de la producción mundial de cobre y el 33% de las emisiones de CO2 en Chile, está bien posicionado para convertirse en un líder global en hidrógeno verde. La visión de diversificar nuestra matriz energética y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es, sin duda, admirable y necesaria en la lucha contra el cambio climático.
Sin embargo, aunque el entusiasmo es palpable y algunas iniciativas están en marcha, persisten desafíos cruciales que deben ser abordados para convertir la visión en una realidad tangible. Uno de los obstáculos más significativos es el convencimiento de los off- takers para que tomen el liderazgo en el reemplazo de los combustibles fósiles en los procesos donde el hidrógeno verde ha demostrado ser una alternativa limpia, como en el proceso de fundición, el transporte pesado y otros procesos térmicos de alto consumo energético. Mientras Chile se alinea con los objetivos globales y establece acuerdos internacionales, la transición efectiva dependerá principalmente de la decisión de avanzar
por parte de los off-takers.
La industria minera, del acero y cementera presenta un campo fértil para el uso del hidrógeno verde, dada su alta demanda energética. En este aspecto, Australia está tomando el liderazgo, no solo buscando producir hidrógeno verde, sino también acero verde y otros materiales para exportar. Las grandes potencias mundiales comienzan a comprender esto; por ejemplo, los grandes consorcios japoneses también exportan productos verdes terminados como el acero verde.
Además, es imperativo que el gobierno continúe diseñando políticas de incentivos específicas que brinden a las empresas la seguridad y confianza necesarias para adoptar el hidrógeno verde. Estos incentivos no solo estimularán la demanda interna, sino que también posicionarán a Chile como un líder en la transición hacia una economía más limpia y sostenible. Un enfoque similar al aplicado hace una década con las energías renovables podría ser clave para acelerar esta transición.
Chile posee ventajas competitivas que pueden facilitar su ascenso como líder en la producción de hidrógeno verde. Con su potencial de energía renovable, una industria minera desarrollada y una ubicación estratégica cerca de importantes puertos, el país tiene todos los ingredientes necesarios para triunfar en este campo. Sin embargo, se requieren pasos concretos de manera urgente para movilizar al sector privado y convertir las promesas en realidades, porque el tiempo está pasando.