Hoy le he puesto fin a mi militancia al partido político COMUNES.
Renuncio principalmente porque no concibo un proyecto político que no sea fiel a sus principios y valores.
Ingresé a la política para defender a la gente y a nuestro territorio. Así fue que empezamos ha construir un sueño, el de darle un instrumento político que estuviera a disposición del pueblo de Chile. Fueron hermosos años donde estuvimos muy cerca de sacar del poder a los mismos de siempre, esa corruptela, esa casta política que gobierna nuestra querida región de Atacama, el deseo de tener un mejor país y una mejor región. Ese anhelo de darle una mejor calidad de vida a nuestra gente se fue diluyendo por las ansias de poder de nuestras dirigencias que sin parpadear dejaron de escuchar a los territorios y abandonaron al pueblo, principalmente por asegurar cargos y cuoteos políticos personales. Reconozco que en esta decisión estaba mucho en juego, la posibilidad de ser parte del gobierno nunca llegó para nosotros porque fuimos ignorados y abandonados por nuestra disección nacional que no nos dio un respaldo para hacer valer nuestra presencia dentro de la configuración política de la Regional.
Finalmente su menosprecio dio paso a que los cuadros político de los 30 años de la concertación que tan mal le hicieron a la gente se apoderaran de la gobernanza local.
Designaciones como la del delegado provincial del Huasco, el ex alcalde Loyola, fue un duro golpe a nuestro orgullo y fue decisivo en esta decisión. Este desprecio de nuestros Dirigentes Nacionales dio paso a que personajes sin escrúpulos se fortalecieran.
Finalmente el avance del TPP-11 en el senado y el cero custionamineto de nuestros líderes al respecto terminó por minar mi voluntad de seguir en el partido. Los principios no se transan por ningún cargo público, por ningún puesto de trabajo. La gente está primero y es nuestro deber ser responsables y construir con ellos el futuro de nuestro país. Nunca más sin la gente.