Pese a que las nevazones estuvieron algo esquivas al inicio de temporada, la mayoría de los centros de esquí ya abrieron sus puertas y para los próximos días se esperan nevazones en la cordillera. Con ello, también aparecen los riesgos de sufrir lesiones y accidentes en la nieve. Así lo advierten en el Centro Médico Ambulatorio de CLC en Valle Nevado. “Los casos más frecuentes son traumas ocasionados por la práctica de esquí y snowboard. Normalmente el 60 por ciento de esos casos afectan a las extremidades inferiores” advierte Nicolás Vargas, médico urgenciólogo con experiencia en Alta Montaña.
De hecho, según estadísticas internacionales, cuatro de cada mil esquiadores sufrirán una lesión durante el invierno practicando algún deporte de nieve, por eso aquí te detallamos los principales riesgos a los que están expuestos quienes practican esta disciplina y consejos para prevenirlos.
Mal de altura
Es una enfermedad que se caracteriza por malestar físico ocasionado por la dificultad para adaptarse a la baja presión del oxígeno a gran altitud. En los centros de esquí cercanos a Santiago la altura de los complejos deportivos promedia los 3 mil metros sobre el nivel del mar, por lo que es frecuente este tipo de casos.
Por eso la principal recomendación es para las personas que no han estado expuestas previamente a la altitud o que viven a nivel del mar. Deben estar atentos a los síntomas y consultar precozmente si presentan dolor de cabeza (principal síntoma), mareos, nausea, vómitos, insomnio (si duermen en el centro de esquí) y falta de aire.
Ojo con la piel
La piel de los esquiadores puede verse afectada si no se toman medidas. La nieve hace de espejo, lo que multiplica de manera consistente los efectos dañinos del sol sobre la piel y los ojos. Por eso se recomienda usar protector solar (aun cuando esté nublado) y protegerse los ojos con antiparras con filtro UV o anteojos de sol debidamente certificados.
Además, cubrir con tela la mayor parte del cuerpo “ya que con el frío las personas tienden a confiarse en que no están expuestas a eventuales insolaciones”, advierte el médico CLC, Nicolás Vargas.
Traumas, esguinces y fracturas
El accidente más común (y que representa sobre el 80% de las estadísticas) es el choque entre los mismos esquiadores mientras están descendiendo a gran velocidad. En este caso la mejor recomendación es usar un casco certificado para proteger la cabeza. Pero no es el único riesgo. Otra de las lesiones más comunes que se sufre sobre los esquíes son los traumatismos de rodillas y piernas debido a la presión que se ejerce al caer.
Mientras que los que practican snowboard deben tener especial cuidado en las manos y hombros, ya que son las partes más expuestas a sufrir traumatismos. “La principal recomendación para una persona que sufre cualquier tipo de lesión en la nieve es no moverse y esperar a que lleguen las patrullas para que evalúen la lesión” aconseja el especialista.
Si hay sospecha de TEC o de lesión en la columna, hay que sacar los esquíes, no mover al accidentado y, sobre todo, no flectar o extender el cuello ni la columna. Dado que un desplazamiento o movimiento inadecuado de las vértebras puede lesionar la médula y provocar una parálisis irreversible. En ese caso, hay que llamar a las patrullas y pedir un traslado profesionalizado.
En el caso de CLC hay un Centro Médico Ambulatorio en Valle Nevado con servicio de atención médica, imagenología, una ambulancia y aeroevacuación de ser necesario para así disfrutar de las actividades vinculadas a la nieve con total seguridad y tranquilidad.