HUGO HERNAN GARRIDO GAETE
70 años al servicio de la Música y la Cultura en Copiapó.
Por Vidal Naveas Droguett
Ayer en la mañana me enteré del fallecimiento del profesor Hugo Garrido Gaete, luego de una prolongada enfermedad que lo aquejaba desde hace bastante tiempo.
Lo que más siento, es que la ciudad – nuestra ciudad – nuestra comunidad educativa y cultural, no haya decidido nunca bautizar con el nombre de don Hugo, nuestro principal establecimiento musical de Copiapó, como es el Liceo de Música de Copiapó.
Las razones no las sé, pero, todo el mundo sabe de la trayectoria y esfuerzo de este músico para que nuestra ciudad tenga la categoría que hoy luce a nivel nacional.
El profesor Garrido Gaete nació en Iquique, el 16 de febrero de 1924, hijo de don Luis Garrido y Martina Gaete.
Don Hugo, por causa de los problemas en las salitreras hubo de emigrar a la edad de seis años hasta Rancagua.
En el año 1937 llegó hasta Copiapó a ejercer como profesor en la Escuela Normal, donde pronto comenzó a mostrar su gran fuerza cultural, mayormente dedicada a la música, literatura y el deporte.
Don Hugo fue Vice Rector del primer Liceo Nocturno Privado y Gratuito de Copiapó.
A petición de Jorge Peña Henn, dirigió la escuela de música, dependiente de la Universidad de Chile.
Perteneció a innumerables instituciones, como Colonias Escolares, Liga de Estudiantes, miembro del Consejo Consultivo Cultural de Atacama.
Don Hugo no solo fue el primer director del Liceo de Música, también fue un agente fundamental en el desarrollo de la historia y cultura de Atacama, siendo un gran gestor cultural a lo largo de toda su vida, fue Director de Extensión Cultural de la UDA y fundador de la radio de la misma Universidad, de la cual fue su primer director.
Otros cargos importantes que asumió don Hugo fue: presidente de la Junta Directiva de la Universidad de Atacama; Gerente de la Fundación Universidad de Atacama; Jefe de Extensión y Comunicaciones de la Universidad Técnica del Estado Sede Copiapó y profesor de Música y Metodología de la Música en el Departamento de Educación, actual Facultad de Humanidades y Educación de la misma UDA.
También destacó como deportista y entrenador de basquetbol de las ramas varones y damas de esa casa de estudios superiores. En el aspecto académico, destacó como profesor de matemáticas, física, castellano y folclor.
A lo largo de su vida, don Hugo recibió varias distinciones, como la Primera Medalla Municipalidad de Copiapó, que la Corporación otorgó a un personaje destacado de la comuna, en este caso, la “Medalla Ciudad de Copiapó”, con motivo de un aniversario de la ciudad; también recibió la Medalla “Gabriela Mistral” por parte del Ministerio de Educación, al cumplirse los 50 años de su egreso como maestro de la Escuela Normal, y la “Medalla Centenario de Neruda”, otorgada por el ex presidente Ricardo Lagos.
Por sus altos méritos, la región y la ciudad también lo distinguieron en muchas oportunidades con otros sendos reconocimientos, como, por ejemplo: Diploma Ilustre Municipalidad de Copiapó por servicios a la comunidad; Diploma Digeder, por servicios al deporte comunal; diploma Museo Regional como miembro fundador del museo de Atacama; Medalla Escuela Técnico Profesional por haber sido su primer director; Medalla de plata Ciudad de Copiapó; reconocimiento público de la Corporación Cultural de Empresas Pro Artes y cultura de Atacama por la contribución al desarrollo cultural y, finalmente, el Premio trayectoria de profesor normalista, otorgado por la Corporación de Profesores Normalistas de Copiapó.
Don Hugo fue también un antiguo miembro de la Logia Masónica “Orden y Libertad N° 3” de Copiapó, a la cual ingresó en septiembre de 1947, llegando a ostentar el rango de gran maestro. Por esta razón recibió la Medalla por sus 70 años de vida masónica.
Su vida ha sido y es un ejemplo para las actuales generaciones que por muchos años recordarán el legado que ha entregado a la ciudad de Copiapó y a la Región de Atacama», señaló el Gran Maestro Luis Riveros (Ex rector de la U. de Chile), al momento de entregarle el reconocimiento en su propia casa, para lo cual viajó desde la capital hasta Copiapó, en compañía de otros grandes dignatarios y oficiales de la Gran Logia de Chile.
Creo que nuestra ciudad, una vez más está en deuda con quienes son aportes verdaderos.